El secreto del diseño de la lente perfecta

¿Qué opina? ¿Qué producto incorpora más conocimiento óptico: una lente oftálmica o un objetivo de cámara moderno de alto rendimiento con cinco elementos ópticos individuales? Los objetivos de cámara sería la respuesta inmediata que daría mucha gente. ¿Qué propiedades ópticas avanzadas puede ofrecer una lente orgánica normal y corriente? El secreto oculto de las lentes oftálmicas está en su diseño. Los objetivos de cámara tienen una óptica simétrica y se producen en serie con la misma forma. Esta es una rara excepción en el ámbito de las lentes oftálmicas, donde la asimetría es la regla. La forma de la lente es considerablemente más compleja y única para cada lente. En rendimiento de las lentes oftálmicas es el resultado de muchas superficies ópticas distintas de enorme complejidad. ¿Pero por qué es así? Esto justamente es lo que MEJOR VISIÓN ha preguntado a Gerhard Kelch, matemático de formación y jefe de diseño óptico en ZEISS Vision Care.

Gerhard Kelch: La primera función de una lente oftálmica es corregir el defecto de visión, miopía o hipermetropía, por ejemplo. También puede corregir otras deficiencias visuales tales como el astigmatismo o la presbicia, es decir, la pérdida de visión de cerca que experimentamos a medida que envejecemos. El requisito mínimo que debe reunir la lente es que el ojo pueda volver a ver con claridad cuando mira en línea recta. Esto no significa necesariamente que podamos ver igual que las personas con visión perfecta. Y esto es un desafío al que nos venimos enfrentando en ZEISS desde hace más de 100 años. Nuestro objetivo es brindar a los usuarios de gafas graduadas una visión natural y clara en todas las direcciones, no solo hacia delante.

Nuestros ojos se mueven detrás de las lentes. Y el movimiento de los ojos varía de una persona a otra, y cada montura sienta de una forma distinta en cada rostro, con un ángulo de inclinación diferente, por ejemplo. Y ahí es donde entra en juego el diseño de las lentes modernas.

Una lente moderna tiene todo esto en cuenta gracias a los diseños individualizados. Una lente oftálmica tiene una potencia óptica diferente en la parte superior o el lateral de la lente que en el frente. Por lo tanto, el diseño debe optimizarse de tal modo que se consiga la mejor corrección posible en la parte superior y lateral de la lente. Todo esto debe adaptarse a la graduación del usuario y al ajuste y la forma de la montura.

Gerhard Kelch: Bueno, en ZEISS invertimos mucho dinero en la mejora permanente de nuestros diseños de lentes y en adaptarlos a los distintos estilos de vida de los usuarios de gafas. Nuestros largos años de experiencia en el ámbito de la óptica, no solo en el área de las lentes oftálmicas, nos aporta una base ideal para nuestro trabajo. Nuestros productos abarcan el proceso completo, desde el examen ocular inicial con nuestros sistemas de medición hasta la producción y tratamiento de nuestras lentes. La mayoría de los sistemas que utilizamos son productos, instrumentos, técnicas y herramientas de software desarrollados por nosotros mismos. Coordinamos todos los pasos del proceso con precisión entre sí. ZEISS no deja absolutamente nada al azar. Al mercado solo llegan productos y tecnologías perfeccionados y probados.

Cuando desarrollamos un nuevo diseño de lente (nuestro último producto ZEISS Lentes Digitales, por ejemplo), empezamos analizando exactamente qué se debería conseguir con el nuevo diseño. Realizamos pruebas de uso en una fase muy temprana. Al fin y al cabo, ¿de qué sirve el diseño más sofisticado si no tiene utilidad alguna en el uso diario?

Gerhard Kelch: Todo depende del producto, por supuesto. Para las lentes progresivas tenemos que escoger a usuarios mayores de 40 años que hayan comenzado a experimentar dificultades al ver de cerca, o que ya utilicen lentes progresivas. En los demás casos, seleccionamos un grupo típico de personas: p. ej., con baja y alta graduación, de diferentes edades y sexo y con diferentes formas de cara… Como tenemos presencia internacional, hay determinadas características específicas de cada región que deben tenerse en cuenta como, p. ej., la forma de la cara, posición de los ojos y diferentes gustos a la hora de elegir monturas. Todo ello debemos contemplarlo en nuestras consideraciones iniciales del diseño. Un procedimiento estandarizado y probado con cuestionarios nos ayuda a optimizar los diseños y a decidir entre diferentes versiones del producto. Cuanta más información tengamos de los usuarios, mejor será la lente al final. Huelga decir que también necesitamos un buen software de diseño óptico que desarrollamos nosotros mismos y mejoramos constantemente con nuevos datos.

Gerhard Kelch: Antiguamente, solo era posible diseñar y producir lentes con superficies esféricas y toroidales. Hoy en día, podemos diseñar superficies asféricas y atoroidales y las incorporamos en lentes de muy diversas maneras. Hasta la tecnología Freeform, que permite cualquier tipo de individualización. Algo que resulta interesante tanto para lentes progresivas como para lentes monofocales. Un ejemplo: ahora podemos producir lentes de deporte modernas con monturas curvas de tal forma que el usuario ya no padece visión borrosa en los laterales. Una potente tecnología informática nos permite diseñar lentes individualizadas con máxima precisión a partir de los datos que recibimos de los ópticos, y todo ello en cuestión de segundos. En los ochenta, se necesitaba toda una noche para diseñar una superficie de lente Freeform.

Actualmente, calculamos 12.000 superficies progresivas individualizadas cada día en nuestra fábrica de Aalen en Alemania.

Gerhard Kelch: Así es. Los datos de medición que recibimos para el usuario individual (la privacidad de los datos está garantizada en todo momento, por supuesto) es esencial para la producción de cada lente individual. Imagínese que una lente se extravía durante el transporte o se rompe con el uso, pues tenemos los datos del usuario a nuestra disposición y podemos producir la lente de repuesto al instante. Los datos también nos ayudan a predecir nuevas tendencias, p. ej., en moda de monturas, y a incorporarlas en nuestros diseños de lentes y pruebas de uso. En los últimos tres años se ha podido observar que las monturas vuelven a ser cada vez más grandes, por ejemplo. Las tendencias de la moda también afectan a nuestros diseños: las lentes se sitúan de modo muy diferente delante de los ojos en las monturas más grandes. La óptica debe adaptarse de manera acorde.

Gerhard Kelch: Estoy plenamente convencido de que Ia visión clara y cómoda es tan esencial para nuestro día a día que debería concedérsele mayor importancia. Hoy en día, excelentes tecnologías nos permiten crear soluciones que ofrecen lo último en confort visual. Por tanto, le recomendaría a todo el mundo que acuda con regularidad a un profesional para realizarse revisión de la vista. Los problemas de visión pueden ocasionar dolor de cabeza, por ejemplo. Las lentes adecuadas pueden ser la solución.