Compartimos un estilo de vida conectado y en constante movimiento que influye en nuestro comportamiento visual.
Tus pacientes viven en un mundo acelerado, conectados en todo momento con personas, información y objetos, tanto dentro como fuera de la red. Incluso estando en tránsito, la tendencia es mantener la mirada atenta a los dispositivos digitales. Y, aun así, la vida sigue su ritmo más allá de las pantallas. Cambiar constantemente entre los dispositivos digitales y lo que nos rodea puede ser todo un reto para sus ojos. Pueden llegar a sentir molestias en la vista o fatiga ocular. Puede incluso hacer que sus tareas diarias se hagan más pesadas o, lo que es peor, que los detalles del día a día pasen desapercibidos. Una vista buena y cómoda es fundamental para abordar el día con seguridad y atención. Tus pacientes no solo necesitan una visión central nítida, también es importante una transición suave de la visión periférica. Esto les ayuda a cambiar fácilmente entre diferentes distancias y direcciones en el transcurso de las actividades diarias.